A veces simplemente ocurren cosas y, nadie sabe porqué.

Volar lejos de aquí.

Yo solo quiero ser un pájaro. Quiero que mis alas me eleven, que el viento me lleve y la velocidad me atrape. Balancearme entre el cielo, con mi vaivén a veces lento y pausado, a veces rápido y fugaz. Convertirme en uno de ellos y hacer de un instante una suave brisa que deja su rastro entre el marfil de la nubes. Yo solo quiero ser un pájaro y volar muy lejos de aquí. 

Sorprenderles a todos.

Nadie dijo que hacer aquello que quieres es fácil. Nadie dijo que me derrumbaría en todos aquellos amaneceres en los que las cosas no me salían bien. Que acabaría llorando, pensando que no valgo para ésto. Nadie me avisó que debería luchar día tras día, superándolo todo. No me dijeron que debería ser fuerte, tener paciencia y no rendirme. Ni siquiera que, entre llantos, debía continuar mi  función, mi vida. Y es que nadie me dijo que ésto... iba a ser tan difícil. 


Pero yo sé que no lo hice para nada. Sé que de nuevo, cuando el telón se abra allí estaré yo, haciéndolo lo mejor que sé, demostrando todo lo que he aprendido, lo que he trabajado, todo lo que he luchado y sorprender. Sorprenderles a todos.  

Demostrarles que he nacido para ésto. Que la esencia de la vida está en perseguir lo que quieres. Callarles a todos. Hacer que todos aquellos que se rieron, todos aquellos que no creyeron en mí, se queden con la boca abierta al contemplarme, allá arriba, mientras me luzco, mientras asciendo... mientras les sorprendo. Y así, solamente así: sentirme viva. 

Quiero que sepas que, no me importa.

Quiero que sepas que, no me importa de donde vengas. No me importa la ropa que lleves, el dinero que tengas o que hiciste ayer. No me importa cual sea el color que cubre tu cuerpo. No me importa aquello en lo que creas, o en lo que te hicieron creer. Siempre que tú y yo, juntos, podamos sonreír.

Quiero que sepas que, todo ésto, en algún momento, acabará. Y que cuando la luz se apague  quiero estar allí, contigo, sujetando ese candil del que dependemos. Quiero poder darte la mano y decirte que todo irá bien que podremos salir a jugar,  soñar despiertos, imaginar sin límites. Quiero que sepas que, no me importa que tengas esa estrella en el pecho porque yo,  la quiero hacer brillar. Si eso te hace feliz. 

Otoño.

   Tu pelo, ligeramente rojizo, bajo el atardecer, parece arder, mientras todo esto..., vuelve a empezar.  A penas no queda nada verde y las hojas secas han cubierto el lago, de nuevo. Ahora que estamos aquí sentados, mirando como crece la nueva estación: como pinta  el bosque con sus colores y como va dejando el cielo terracota. Justo ahora, quiero que me mires. Que, de una vez por todas, te fijes en mí. Quiero que lo olvides todo y que busques mi mano. Cógela y ya no la sueltes. Justo ahora, en este mismo instante, acércate a mí y hagamos que nuestros labios ardan también cuando, lentamente y con suavidad, me beses. 

"Raindrops are the perfect lullaby"

YOUR SONG .

El Moulin Rouge abrió sus puertas durante el invierno de 1900. Los letreros de la entrada relucían más que nunca, destacando, centelleantes, iluminando la oscuridad que aquella noche inundaba las calles de París. Y mientras la gente se apelotonaba en el interior, algo o quizás alguien..., se preparaba. Y es que... 

Todo el mundo gritaba su nombre. Todos querían ver de lo que era capaz. Querían verla a ella. De arriba a abajo, moviendo sus caderas, con su vaivén lento y adictivo. 

Ansiosos, miraban el telón fijamente. Esperando a que al fin, sin más... la actuación comenzara. 

Y de pronto las luces bajaron, todo se tornó tenue y delicado. Y allá, entre las maderas que cubrían el tablado... apareció ella. Todos la miraban, sorprendidos. No estaba sola. Y ya no iba a estarlo jamás. Un joven la acompañaba en la melodía. Un joven que, delante de toda aquella multitud, le prometía amor eterno. Le decía que si quería podía contarle a todos que esa canción que cantaban era suya y que lo sentía porque fuera tan simple, pero que era un regalo para ella. Lo cierto es que, no recordaba el color de sus ojos. No recordaba si eran azules o verdes pero dijo que eran los ojos más dulces que nunca había visto. 

Pero todos se quedaron con aquella frase, incluso yo, que lo observaba todo detrás del escenario. Porque entonces, ambos, se aproximaron. Rozaron sus labios, se acariciaron. Pero no después de que él le dijera lo maravillosa que es la vida ahora que estaba ella. 

TO WONDERLAND

 

Todavía espero encontrar una salida. Ir caminando, bajo el atardecer, y que los débiles rayos de sol me guíen hacia "la puerta". La puerta será un agujero. Y cuando la abra, no lo dudaré, porque sin mirar atrás pienso dar un paso, lanzarme dentro y..., caer, caer, caer... 

                                           No me importa caer durante demasiado tiempo. 

No me importa  dar vueltas y vueltas y más vueltas.Las necesito. Necesito   que todos mis problemas se mezclen, se batan y que al fin desaparezcan.  Y es que, ahora mismo, cualquier cosa es mejor que todo esto. Es la necesidad de lanzarte sin miedo, la necesidad de huir la que hace que  desees  esa puerta. Este agujero  profundo y denso que  has oído que lleva a algún lugar.  No te importa cual sea porque ya estás harta y sabes que cualquier lugar, cualquier cosa.. será mejor que lo que estás viviendo ahora mismo. 

                                                      

                        Habrán demasiadas decisiones por tomar.

Demasiados caminos a seguir. Y tú, querrás dejarlo todo y volver atrás. Pero no has echo todo este camino para nada. Debes continuar porque quizás, algo se esconde tras aquellos, alguna dirección, puede, que te lleve hacia las maravillas.