Y sentir, como el pelo, acaricia,

 mi piel desnuda.

Respirar hondo. 

Que un escalofrío me recorra.

Cerrar los ojos.

Dejar de pensar.

WILD .

Yo seré libre por ti.

             Yo recorreré las selvas vírgenes y veré crecer los maizales.

                             Yo buscaré ese paraíso con el que tanto soñábamos, sobre el tejado, bajo las estrellas, durante aquellas noches de verano. 

                 

                  Yo haré que los atardeceres sean eternos para que, allá dónde estés, puedas contemplar como todo parece arder. Como el cielo terracota pinta los campos con los colores del fuego. 

                                Yo exploraré los senderos misteriosos y arrancaré las malas hierbas. 

               Yo haré que crezcan las amapolas, que el rocío acaricie sus pétalos, que su rojo jamás se apague...

       Yo seré libre. Y seré salvaje.

             Y lo seré por ti.

CONSTRUIR SUEÑOS, 

DISEÑAR ESPERANZAS,

SACAR SONRISAS,

MANTENER LA LLAMA,

Y, JAMÁS DESPERTAR. 

CARPE DIEM !

Pretendemos captar el instante, hacerlo eterno. Pero no nos damos cuenta, que cada segundo, cada momento... es único. 

Cuando sientas que nadie te entiende. Cuando la soledad te inunde. Cuando te vengas abajo....

Coge tú avión de papel y guarda en él tus esperanzas. Dale tus sueños. Aquellos que tanto ansias cumplir. Entonces tan solo haz que vuele muy lejos. Lánzalo hacia allá arriba. Ese lugar dónde todo es posible, y no existe el miedo, ni hay dolor. Deja que el viento lo lleve... y así, cuando menos lo esperes, pero sí en el lugar y en el momento adecuado, se harán realidad. 

Y no dejarte ir .

Y ahí está. Cuando menos te lo esperas, aparece. Dispuesto a hacerte suya, preparado para enamorarte. Tan solo espera, ansioso,  a que te dejes llevar. A que, el vaivén de tus pasos te guíe hasta caer entre sus brazos. 

Al principio lo rechazarás. Y es que parece tan perfecto... quizá demasiado. Ésto te asusta. Te hace pensar una y otra vez en si dice la verdad. Entonces, te coge la mano, te mira a los ojos y tú... te echas atrás. 

Pero finalmente y sin poder evitarlo... caes. Hay algo, dentro de ti, que te dice que es indicado. Que si no es contigo, no puede estar con nadie más. Y solamente es él quién puede hacerte feliz. Solamente es él con quién quieres estar. Entonces te mira, le miras y suspiras. Vuestras manos se unen y ya no se separan. Porque no piensa dejarte ir. 

"Déjame hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos."