domingo, 7 de octubre de 2012

Roller Coaster .



Tumblr 
Justo ahora, en este mismo instante, me lanzaría. Me dejaría llevar entre los raíles y entre looping y looping soltaría mis brazos, bien arriba, con las manos bien abiertas. Justo ahora necesito caer. Necesito soltar esa rabia, esa impotencia y transformarla en la adrenalina que me recorrerá el cuerpo, cuando suene el pitido y mi cuerpo quede libre, a manos de una atracción que sube y baja, que da vueltas y vueltas. Entonces yo sería feliz. Todos mis problemas se marearían, estarían desechos y finalmente se irían. Necesito, justo ahora, chillar bien fuerte, sentir el corazón acelerado y..., desahogarme. Sí, desahogarme..., Tumblr_m1tjha7ccb1r2ggdyo1_500_large





miércoles, 3 de octubre de 2012

Nacimos para morir.

                           Tumblr_masarjbxmh1qcwi6fo1_500_large

Y esto, simplemente es así. Un día estamos en la cima y al otro nos derrumbamos inevitablemente. Pasamos momentos que desearíamos que fueran eternos y otros que tan solo queremos que se acaben lo antes posible. Nos decepcionamos, nos decepcionan y decepcionamos a otros. Estamos llenos de problemas que, en ocasiones, son más sencillos de lo que parecen. Nos desilusionamos con facilidad esperando demasiado, sintiendo demasiado. Nuestra consciencia a veces nos mata por dentro. Nos negamos a aceptar ciertas verdades, sin abrir los ojos. Y, como no, nos enamoramos. Nos enamoramos  demasiado rápido, tal vez con muy lentamente o quizás no... es tan lioso todo esto del amor. Pero día tras día, noche tras noche, pensamos en esa persona. Estamos ciegos, es increíble, no tiene nada malo. Nos encanta. Nos vuelve locos. Nos hace temblar. Nos hace querer estar siempre a su lado. Y cada vez que la vemos, a lo lejos, las mariposas vuelven a la tripa y el corazón nos da un vuelco. Pero entonces nos damos cuenta que no estaba echa para nosotros. Que no nos ve del mismo modo. Que no nos quiere, no nos ama. Al principio no podemos creerlo. No podemos dejar que todo aquello, todas aquellas esperanzas, todos esos sueños... se esfumen. ¿Y sí estamos equivocados? ¿Y sí debemos seguir luchando? Y entonces, es cuando la vida actúa. Cuando te da esa patada, ese pinchado. Ese instante en el que al fin, te atreves a abrir los ojos, a ver la otra opción. Hasta aquí. Esa persona a la que deseábamos en secreto ha echo su camino. Pero no hay tiempo para llorar, no lo merece. Porque tú eso ya lo sabías. Ya sabías que morirías por ser correspondido. Pero no lo es... pero no vas a morir lentamente, no te vas a caer. Porque al fin y al cabo ésto estaba escrito. Y es que..., nacimos para morir.